Censurar al Osito

winnieWinnie Pooh y la pornografía

Por: Salvador Dellutri

En un arranque de exaltada moralidad un grupo de legisladores arremetieron contra la pornografía censurando la desnudez de un personaje que, según ellos, está corrompiendo a la infancia polaca con su obscenidad, por lo tanto prohibieron a Winnie Pooh. Alegaron que su sexualidad es dudosa y está vestido de manera no apropiada para estar alrededor de niños. Está semidesnudo.

La polémica se suscitó en Tuszin, un pueblito polaco de 7000 habitantes que inauguraba un parque infantil cuando un miembro del concejo gobernante propuso que llevara el nombre del famoso osito. La idea fue rechazada pero durante el debate uno de los funcionarios dijo que Winnie Pooh no usa calzoncillos porque no tiene sexo y posiblemente es hermafrodita, y otra concejal cuestionó al escritor británico Alan Milne, creador del personaje: Yo creo que el autor tenía problemas con su identidad sexual.

Cuando leí esta noticia al principio creí que se trataba de una broma, luego comprobé que era veraz y me produjo hilaridad; finalmente comencé a reflexionar sobre la naturaleza humana, sus desviaciones y la profunda ignorancia que existe sobre los problemas espirituales.

Alan Alexander Milne nació en 1882, fue escritor y en una etapa de su vida se especializó en cuentos infantiles. En 1926 creó a Winnie Pooh porque su hijo tenía un osito de trapo y comenzó a narrarle historias que lo tenían como protagonista. Luego volcó esas historias en un libro y finalmente el personaje alcanzó dimensión universal cuando Disney lo popularizó a través del dibujo animado. Casi noventa años después y gracias a la perspicacia de los concejales polacos nos venimos a enterar que sin que nos diéramos cuenta se había infiltrado un pervertido entre nosotros.

La noticia demuestra que la ignorancia, la estupidez y el impulso a la censura no se salva nadie. No queremos pensar lo que dirían los adustos concejales del Pato Donald que solo usa su chaqueta marinera o la Pantera Rosa que anda por allí como Dios la trajo al mundo. Seguramente en el futuro serán severamente censurados para que no sigan corrompiendo las mentes infantiles.

San Pablo escribe: Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas. La sentencia se vuelve como un boomerang sobre los censores señalando que la perversión no está en Winnie Pooh sino en los ojos de aquellos que lo miran, que los concejales que presumen de moralistas tienen una mente y conciencia corrompida, incapaz de ver con la candidez de la infancia. Ningún niño se ha corrompido por ver al famoso osito, al Pato Donald o a la Pantera Rosa, y hay que tener una mente extraviada para encontrar perversiones en esos simpáticos personajes y no ver los auténticos focos de corrupción y decadencia que están activos en nuestra sociedad.

El Señor Jesucristo dijo: La lámpara del cuerpo es el ojo; cuando tu ojo es bueno, también todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es maligno, también tu cuerpo está en tinieblas. Palabras lapidarias con las que califica la actitud no solo de los concejales polacos, sino la de los inquisidores de todos los tiempos y la de muchos que presumen como cristianos y son censores inmisericordes del prójimo.

Mientras las máquinas de la decadencia siguen produciendo pornografía dura y blanda, el mercado de la droga crece en forma alarmante, la mentira es una herramienta tolerada de la política y la lucha contra el hambre y la miseria parece estar perdida para siempre, que un grupo de legisladores se ocupen de Winnie Pooh habla de lo ilimitado de la estupidez humana. Pero también demuestra que los fariseos todavía están presentes levantando el dedo acusador como lo hicieron antaño con Jesús, incapaces de diferenciar entre la inocencia y la corrupción.

2 comentarios sobre “Censurar al Osito

  1. Por aquí en Lima hubo unos congresistas que hace un tiempo plantearon la prohibición del uso de la minifalda, congresistas que nunca pasarán la historia por algo bueno que hicieron, pues nunca hicieron nada bueno, sino por la estupidez de legislar sobre hechos insustanciales mientras mi país se caía a pedazos.

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