El cumpleaños de Papá Noel

“Estamos olvidando el verdadero significado de la Navidad: el nacimiento de Santa Claus”. La irónica frase pertenece a Bart Simpson quien, con humor ácido y descarnado, describe acertadamente el contexto de estas fiestas.

 Los especialistas en marketing descubrieron que vende más la sonrisa estereotipada de Papa Noel que la despojada pobreza del pesebre, por lo tanto aconsejan utilizar al mito para motorizar el consumo. Y consiguieron imponerlo. 

Diciembre manifiesta, según la definición de mi lejana profesora de física, un movimiento uniformemente acelerado. Se inicia cuando el mes comienza asomar, va tomando velocidad luego de la primera decena de días y alcanza su punto máximo en la vigilia de la festividad. En las vísperas la ciudad parece invadida por una manga de langostas que se precipitan arrebatadamente sobre las góndolas de los supermercados despojándolas  de toda su elegancia y colorido. Los depredadores salen empujando trabajosamente carritos abarrotados en los que se hermanan el pan dulce y la sidra con una ristra de luces intermitentes y la caja de digestivos.  

Y mientras los autos hacen sonar sus bocinas para que el lerdo que está delante les de paso, se escuchan las melodiosas notas de un “Noche de Paz” que viene acompañado con las estridencias guerreras de los petardos. Parece como si la paz y la guerra se dieran la mano. Es navidad, el cumpleaños de Papá Noel ¿o me equivoco? 

 Hace muchos siglos los cristianos decidieron consagrar el veinticinco de diciembre a celebrar el misterio de la encarnación. Lo hacían en medio de un imperio que daba continuas muestra de su decadencia. La navidad fue, en sus comienzos, una fiesta contestataria, de oposición a las saturnalias, fiestas paganas donde emergía lo peor del ser humano. En medio de la decadencia se celebraba la integridad, en medio del egoísmo se celebraba la fraternidad pero, por sobre todo, en medio de la desesperanza se celebraba la esperanza: Dios estaba con nosotros. Y estaba en forma humana,  utilizando como vehículo el vientre virginal de María y nacía en un pesebre, en el lugar más bajo, para mostrar que su amor no tenía límites. 

 Un pareja de galileos pobres, albergados en un austero pesebre situado en un ignoto pueblito al sur de Jerusalén, fueron los protagonistas un suceso tan extraordinario que cambiaría el rumbo de toda la humanidad. Por mucho tiempo los cristianos, ante la magnitud del acontecimiento, se preparaban en un tiempo especial – el adviento – para que esta celebración tuviera un contenido eminentemente espiritual. Pero llegó el mercado que todo lo corrompe y lo que era una fiesta del espíritu se convirtió en un aplastante festival del consumo.  

 El ángel anunció a los pastores “Os ha nacido un Salvador” y el coro celestial rubricó la noticia cantando “Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz…” Pero ese mensaje, que tendría que hacernos meditar en la trascendencia espiritual del suceso, se diluye en medio de los jingles comerciales y los trajines convulsivos de la época. 

 Paremos en nuestra alocada carrera: nos hemos bajado en la estación equivocada, el tren está por partir y este no es nuestro destino. Nos bajamos en el paradero del consumismo creyendo que ese es el sentido de la existencia, el destino final de nuestro viaje. Pero antes que sea demasiado tarde tenemos que reaccionar porque en la carrera materialista no hay respuesta. Necesitamos algo más, una certeza espiritual que nos permita tener paz y esperanza en medio de la tormenta y la fragilidad de nuestra vida. Subamos nuevamente al tren, sigamos hasta el destino final, busquemos en Belén la respuesta de Dios a las angustias de nuestro corazón, abramos la ventana de nuestra vida a la esperanza, demos un salto de fe para abrazarnos a Jesucristo.  Entonces si la navidad será una feliz navidad. 

Salvador Dellutri

6 comentarios sobre “El cumpleaños de Papá Noel

  1. En nuestros dias navidad es sinonimo de negocio, consumo festivo de preocuparnos de como me voy a ver hoy, mas no hay nada de espiritualidad para con Dios y su hijo Jesus, decir navidad es meramente formulismo es una
    carrera de quien gasta mas ¿pero que hacemos por el que mas necesita?, decir navidad es darle mas importancia a un icono de la cultura popular papa noel y desentendernos de la importancia que tiene Dios y su hijo Jesus en nuestras vidas.Maqs que un comentario una pregunta ¿verdaderamente nació Jesus en Diciembre?

  2. Este hermoso artículo podría servirnos a los creyentes para componernos una reflexión más acertada de la verdadera Navidad; es la alegría que nace en el antiguo anuncio de que un día, Dios estará para siempre con nosotros. Agradezcamos a este Emanuel su visita eterna. Feliz Navidad.

  3. Palabras precisas de parte del Pastor Dellutri.en estos tiempos de darse regalos nos hemos olvidado que el mayor regalo que Dios dió a los Hombres es Jesucrito!!!!!!!

  4. Como siempre el Pastor Dellutri mostrando la excelencia de su conocimiento,la profundidad que emana de el en el trato de los diversos temas espirituales que mueven nuestra vida diaria y ofreciendonos la imperdible opcion de aprender mas y mas,de ser mejores cristianos,de vivir en el camino de CRISTO.Gracias por darnos tanto.

  5. Estoy totalmente de acuerdo. Cuando me vienen a desear «¡felicidades, etc.!», yo siempre destaco que es más una fecha para meditar, orar y reencontrarnos con Dios, más que para pensar en comidas, bebidas y festicholas… Algunos lo entienden y coinciden. Siempre trato de destacar la importancia capital de esta fecha… ¡pero cómo cuesta hacerlo entender!…

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