El arte siempre es un convocante. Pero en el apuro de la vida cotidiana y en ciertos contextos ordinarios, grandes manifestaciones artísticas pueden pasar desapercibidas en medio del ritmo frenético de nuestras ciudades. ¿Cuántas otras cosas nos estamos perdiendo en la vorágine de nuestra rutina diaria? Reflexionamos sobre esta pregunta con Salvador Dellutri.
