«El problema es la clase política», se escuchar decir con frecuencia en nuestra América Latina. Pero ¿podemos desarrollar convivencia social sin política? Mientras que esta actividad es noble en sí, el problema es su práctica. ¿Por qué se desvaloriza? ¿Por qué dejamos de creer en los políticos? ¿Cuál debería ser la función de la política? ¿Cuál es la responsabilidad y la posición de los cristianos en este ámbito? Ponemos todo esto en discusión en nuevo encuentro de Tierra Firme.
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Gracias Pr. Salvador y Esteban por difundir este tema que interpela a todos los que nos consideramos sus hijos.
pastor Delutry a mi hija le presidenta de la universidad un partido le pide llamar a jovenes a votar y se comprometen a pagarle a cada votante y a ella po rparticipar y que lo demuestren. Esto resulta tentador 1000 pesos por cada joven que salga a votar y ella demuestre que ella los convoco. Es triste que los políticos actuen asi con los jóvenes, ante la necesidad economica de ellos es una tentación muy grande y una linea delgada entre lo que ellos dicen es un trabajo y lo que como cristianos dicta el corazón. gracias por sus enseñanzas pues es el momento de que ella muestre su caracter y que Dios la guie para crecer en sabiduría.