El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? Y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre? En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y dijisteis: ¿En qué te hemos deshonrado? En que pensáis que la mesa de Jehová es despreciable (…) Ahora, pues, orad por el favor de Dios, para que tenga piedad de nosotros. Pero ¿cómo podéis agradarle, si hacéis estas cosas? dice Jehová de los ejércitos.
Malaquías 1:6-7, 9
Parte 1: Los reclamos de Dios
Parte 2: Las raíces de la decadencia
Parte 3: Cuando Dios se cansa
Parte 4: Justicia y esperanza
Muchas gracias Pastor. Un martillazo a la conciencia y al corazón, el desafío y la invitación esta efectuada, nuestro Señor Jesucristo nos ayude a oir y obedercer su voz.