
Vivimos hace ya muchos años una crisis ecológica sobre la que se nos llama la atención, y que involucra hasta nuestra concepción filosófica del mundo. Con el paso de la historia el hombre se ha transformado en un peligroso depredador y trastornador del equilibrio del planeta, afectando negativamente su hábitat y dañando de forma irreparable recursos no renovables esenciales para la vida. ¿Qué hay detrás de las grandes acciones contaminantes? ¿Cómo deberíamos pararnos como hijos de Dios frente a este planeta que nos fue dado?