El gran misterio de la encarnación,es decir,Dios hecho hombre en la persona de su Hijo Jesucristo,atrajo a los ángeles,quienes se inclinaron hacia la tierra y vieron la divinidad todopoderosa unida a la humanidad perfecta en una total dependencia.Aquel que creó los cielos , la tierra y todo lo que contiene,era ese niño acostado en un pesebre.Su amor por el hombre pecador lo llevó a tomar un cuerpo humano pero sin pecado.Y más aún,Jesús el Principe de la vida,aceptó voluntariamente pasar por la muerte.Dió su vida para que los hombres fuesen liberados de las consecuencias del pecado y de la muerte.¿Es sorprendente que los ángeles admiren tales cosas? Lo asombroso es la indiferencia de los hombres ante tales realidades. Ellos sólo echan una mirada distraída hacia el pesebre de Belén o hacia la cruz del Gólgota.Limitan su interés a éste mundo,con la esperanza de hacerse tesoros,y descuidan las incomparables riquezas de Cristo.Qué locura! Querido lector ¡deténgase y escuche! Jesús descendió de cielo por nosotros;soportó el suplicio de la cruz. Sufrió en nuestro lugar el juicio que merecían nuestros pecados.¿Pasaremos indiferente ante un amor así? Eso sería una injuria a Dios,quien dió a su Hijo por nosotros, y también significaría la pérdida eterna de nuestra alma. (Tomado de La buena semilla.Meditaciones cotidianas.)
El gran misterio de la encarnación,es decir,Dios hecho hombre en la persona de su Hijo Jesucristo,atrajo a los ángeles,quienes se inclinaron hacia la tierra y vieron la divinidad todopoderosa unida a la humanidad perfecta en una total dependencia.Aquel que creó los cielos , la tierra y todo lo que contiene,era ese niño acostado en un pesebre.Su amor por el hombre pecador lo llevó a tomar un cuerpo humano pero sin pecado.Y más aún,Jesús el Principe de la vida,aceptó voluntariamente pasar por la muerte.Dió su vida para que los hombres fuesen liberados de las consecuencias del pecado y de la muerte.¿Es sorprendente que los ángeles admiren tales cosas? Lo asombroso es la indiferencia de los hombres ante tales realidades. Ellos sólo echan una mirada distraída hacia el pesebre de Belén o hacia la cruz del Gólgota.Limitan su interés a éste mundo,con la esperanza de hacerse tesoros,y descuidan las incomparables riquezas de Cristo.Qué locura! Querido lector ¡deténgase y escuche! Jesús descendió de cielo por nosotros;soportó el suplicio de la cruz. Sufrió en nuestro lugar el juicio que merecían nuestros pecados.¿Pasaremos indiferente ante un amor así? Eso sería una injuria a Dios,quien dió a su Hijo por nosotros, y también significaría la pérdida eterna de nuestra alma. (Tomado de La buena semilla.Meditaciones cotidianas.)